809.537.1320

Bicentenario Don Bosco

Bicentenario Don Bosco

Bicentenario Don Bosco

Don Bosco, laborioso, escritor, comunicador y difusor de la Buena Prensa.

Juan Bosco estudiante

Aunque la educación formal de Juanito Bosco empezó algo más tarde de lo habitual, el buen Dios lo había dotado de cualidades intelectuales algo más allá que las de sus coetáneos. Y así lo demostró recuperando, durante su adolescencia en Chieri, de una forma no común, los años “perdidos” en su agitada vida familiar en I Becchi. El 4 de noviembre de 1831 (contando ya 16 años) comenzó sus estudios secundarios en la pequeña ciudad de Chieri, a 12 km. de I Becchi y para poder pagar las 12 liras mensuales, Juanito debió recorrer las aldeas vecinas pidiendo ayuda. Su simpatía, su memoria prodigiosa y su total dedicación al estudio le ayudaron a salir adelante económicamente. No obstante debió realizar diversos trabajos para continuar pagándose sus estudios. Juan aprendió los rudimentos de pastelería, sastrería, ferretería, zapatería y otros variados oficios (que le serían de gran utillidad en su futuro rol de educador de jóvenes aprendices). Se conviertió, además, en maestro de teatro, música, prestidigitador y animador juvenil con su grupo “: La Sociedad de la Alegría”. Fue promovido varias veces en su vida escolar y era sin duda el mejor estudiante entre sus compañeros. Cursó brillantemente los estudios requeridos para el sacerdocio y siempre, como una buena esponja, absorbía cuanto leía. En su vida adulta se sintió profundamente sensible a las culturas extranjeras. Don Bosco llegó a dominar, además de su lengua natal, el piamontés, el italiano, francés, español e inglés, además de las lenguas clásicas latín y griego.

La imprenta como recurso evangelizador

Apenas tuvo los recursos suficientes, montó en su Oratorio la primera, de los miles de talleres de imprenta, que sus hijos salesianos irían preparando en los centenares de Escuelas Vocacionales en los cinco continentes. Siempre impulsó que en sus Imprentas estuviesen a la altura de las mejores en su género.

Don Bosco escritor

En los listados de las obras escritas y salidas de sus manos, se enumeran más de 200 títulos. Fechado en 1844 (tenía Don Bosco 29 años de edad, 3 de sacerdote…en los orígenes de su ajetreada vida en favor de los jóvenes “de la calle”) escribe “Apuntes históricos sobre la vida del clérigo Luis Comollo” (lo hace más con el corazón que con las artes literarias sobre su joven compañero de seminario en Chieri, y fallecido a temprana edad). Parece ser que a Don Bosco le fascinaba la historia, pues su 3ra obra escrita (1845) es sobre “Historia Eclesiástica” y en 1953 inicia, con la “Vida de Santa Zita y de San Isidro”, lo que será una veta inacabable de vidas de biografías de santos (se enumeran 56), destacando las biografías de sumos Pontífices y del joven Domingo Savio. Entre los años de 1854 a 1881 (27 años) publicaba “Il Galantuomo”.

(Almanaque-Anuario-Calendario) para uso de toda persona educada e instruída. También, quizás para beneficio de sus estudiantes editó (en 1849 y en 1881) dos obras sobre el “Sistema Métrico”. Llama la atención su atención por las innovaciones técnicas. Incursionó, además, en la historia de Italia y de la educación cristiana de la juventud(1847) con “ Giovane Proveduto” (Joven Instruido) y del que (en vida de Don Bosco) en 1875 se habían impreso ya 40 ediciones.

Son incontables las ediciones que durante muchos decenios se hicieron de este manual religioso para uso de la juventud. Otros temas recurrente se refieren a documentos relacionados a su nueva Congregación.

Las Lecturas Católicas

Pero donde Don Bosco puso mucha alma, esfuerzo y corazón fue en la publicación mensual de “Las Lecturas Católicas”. En 1853 Don Bosco se metió de lleno en un proyecto, que sería como la proa de una gran nave editorial del pensamiento católico de su tiempo.

En esa misma época ya se estaban publicando colecciones diversas promocionales por Obispos, y otros grupos católicos, que solían consistir en pequeños opúsculos sobre religión, política, moral…cuya finalidad principal era combatir las ideas protestantes o grupos políticos contrarios al pensamiento de la Iglesia Católica y eran más bien de índole apologético y dirigidos a personas de cierta educación.

Don Bosco buscó sembrar ideas cristianas a un área bien definida: artesanos, campesinos, y jóvenes de de clases populares de la ciudad y del campo. Su lenguaje sería sencillo, con colorido popular. Con este tipo de publicación, Don Bosco vió que podía conseguir mejores resultados y por eso se decidió por una publicación mensual y su temática sería variada, con temas religiosos y amenos.

El esquema seguido, principalmente entre los primeros números solían ser un diálogo entre un padre y sus hijos, sobre los temas tratados. Muchos de los protagonistas eran jóvenes, que dejando el campo, marchaban a la ciudad y allí, lejos del control familiar, abandonaban las prácticas de piedad, los sacramentos y las buenas constumbre aprendidas en sus hogares.

Más que en consejos moralísticos, Don Bosco se concentró en testimonios y narraciones de ejemplos a imitar de jóvenes, que actuaron correctamente, como Domingo Savio, Miguel Magone o Francisco Besuco.

Para el apoyo económico y divulgación Don Bosco logró implicar a Obispos, Párrocos, así como a numerosos bienhechores del Oratorio de Valcocco.

De cada uno de los volúmnes se llegó a imprimir, al principio, unos 3,000 ejemplares, pero a partir de 1870 se imprimían 15,000, algunos, incluso con varias ediciones.

Entre 1853 y 1888 se publicaron 432, de los que Don Bosco fue autor de 70 títulos. Según cálculos aproximados, en los primeros 50 años de publicación el total de volúmenes superó los 1.200,000 ejemplares.

Con la llegada de los Salesianos a los diferentes países y lenguas, la Lecturas Católicas, fueron para la Obra Salesiana una actividad primordial en el mundo entero, traduciendo y acomodando los contenidos a las diversas lenguas y costumbres.

Sin lugar a dudas las Lecturas Católicas constituyeron el núcleo central y más importante de la actividad editorial de Don Bosco.

Fuente: P. José Luis Gómez, SDB | Boletín Salesiano Antillas Junio 2015

Sin comentarios.